Virginia Woolf y el sexo locuaz
Una habitación propia Virginia Woolf ( Seix Barral ) ¿Cómo habrían de escribir las mujeres si se nos ha negado, con suficiencia y desprecio, gozar de una mínima genealogía – ese esfuerzo colectivo de siglos que va abonando la tierra fértil en la que crecerán obras maestras –? ¿Cuáles son las consecuencias de la histórica distorsión, de la parcialidad heredada? Diosas y heroínas en el teatro clásico, esclavas en la realidad, dice Woolf; personajes inspiradores en las novelas, prisioneras del marido en la vida cotidiana . ¿Cómo esculpen estos mensajes la mente de la artista? ¿Cuáles son los efectos del desaliento? “ Porque si ellas se ponen a decir la verdad, la imagen del espejo se encoge; la robustez del hombre ante la vida disminuye. ” Mientras reflexiona sobre la pregunta de la mujer y la literatura, Virginia Woolf pasea por la orilla del río, describe aves y paisajes, habla de narcisos y sauces. Va desgranando sus pensamientos y engarzándolos con detalles llamativos de su