Mirar la pobreza para verla




Sara Mesa. Silencio administrativo


La pobreza es fea, es difícil de mirar. Es incómoda. Se puede ser pobre pero decente: esto lo hemos escuchado muchas veces. Pobre pero limpio. Pobre pero honrado. Pobre pero sin vicios. Pero: la mala leche de la conjunción adversativa.”

Si eres mujer, estás en desventaja. Si tienes una discapacidad, esta desventaja se profundizará de mil maneras. Si además eres pobre, a duras penas lograrás mantenerte dentro de los márgenes de una vida digna. Si eres mujer, con discapacidad, pobre y sin hogar, si vives en la calle, estarás directamente excluida de toda posibilidad de ser tratada con respeto.

El pequeño libro de Sara Mesa, Silencio administrativo, condensa en sus pocas páginas la multitud de injusticias y despropósitos que una mujer en esas circunstancias puede llegar a sufrir incluso cuando alguien se esfuerza en prestarle su ayuda.

Por medio de la narración de su intento de mejorar la vida de una mujer que pide limosna en la calle, la autora nos pone en la tesitura de cuestionarnos nuestras propias actitudes hacia la pobreza. Nos interpela sobre nuestra mirada indiferente, injusta, prejuiciosa hacia las personas pobres. Hemos aprendido a no mirar a las personas que viven en la calle o mirarlas como quien mira el mobiliario urbano. Si tenemos que pensar en ellas, normalmente las juzgamos y les exigimos una pulcritud y una entereza que no consideramos obligatoria para otras personas. O las culpamos de su situación porque no puede ser que se acumulen tantas desgracias, porque algo habrán hecho, porque si quisieran saldrían… Y así, las despojamos de su humanidad y de su derecho a ser respetadas o siquiera tenidas en cuenta. Ni las miramos o las miramos sin verlas porque es lo más cómodo, lo más fácil.

Los mecanismos de invisibilización de la pobreza no sólo ante la ciudadanía sino también, y especialmente, ante las instituciones y organismos de atención social, quedan a la vista en Silencio administrativo. El periplo por diferentes oficinas y teléfonos de atención ciudadana en busca de algún tipo de ayuda de emergencia social o renta mínima se convierte en laberinto indescifrable repleto de trampas legales y atolladeros de plazos y requisitos que ni siquiera gente con formación y tiempo consiguen salvar.

La autora nos recuerda cómo detrás de la pobreza extrema hay muy a menudo historias de abusos y violencia desde la infancia, cómo la dependencia económica de muchas mujeres las hace especialmente vulnerables (las cifras de mujeres sin hogar están creciendo en los últimos años) y cómo las políticas sociales pueden llegar a personas pobres y en riesgo de exclusión social pero son una quimera para aquellas que ya están excluidas. Su crónica nos obliga a preguntarnos cómo podemos caminar cada día ante tanta indignidad y mirar para otro lado.

El laberinto burocrático archiva una solicitud cuando requiere documentación adicional y no se presenta en un plazo de diez días. El laberinto burocrático puede incumplir sus propios plazos – y de hecho así sucede –, pero es implacable con los plazos ajenos.”

Silencio administrativo es un libro muy necesario, un texto simple y demoledor, una denuncia contundente. Todo el mundo debería leerlo y hacer algo al respecto.





Sara Mesa (Madrid, 1976) es una escritora y periodista española. Algunos de los títulos de su obra narrativa son El trepanador de cerebros, Cuatro por cuatro por la que resultó finalista del Premio Herralde de novela en 2013 y Cicatriz por la que recibió el Premio Ojo Crítico de Narrativa en 2016.




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