Mala hija, mala esposa, mala madre
Elena
Fortún. Oculto sendero (Renacimiento)
“Eres
una niña tonta, ¿qué harás cuando seas mayor?
-
Vestirme de hombre y montar a caballo, declaré solemnemente,
añadiendo que fuera de eso no me importaba nada.”
Comienza
Oculto sendero con la narración, muy al estilo chispeante,
tan reconocible, de las famosas aventuras de Celia, de un
episodio en el que la protagonista, de niña, se niega a probarse un
vestido con puntillas que le traen recién hecho y exige poder
vestirse de marinero.
Elena
Fortún no tuvo intención de que esta novela se publicara y parece
ser que pidió a sus amigas que se destruyera. En ella, hace un
recorrido por su propia vida a través del personaje principal y voz
narradora, Mª Luisa Arroyo, pintora atrapada en convenciones
sociales que aprisionan su creatividad y su deseo, probablemente
expresión de lo que la autora experimentó pero
nunca fue capaz de explicar abiertamente.
“¡Mala
hija! Ahora se pasará usted aquí la tarde reflexionando en lo que
ha hecho (…) ¡Si no fuera usted tan chicazo y jugara con sus
primas como es debido!”
En
la primera parte- Primavera- narra cómo vivió su
infancia entre la incomprensión de su entorno y los sentimientos de
soledad por rebelarse, casi sin querer, a cumplir con los
comportamientos, gustos y deseos que de ella se esperaban como niña.
Más adelante, ya en la adolescencia comenzará a sentir por las
mujeres una atracción sexual que rechazará y se negará a si misma
como si fuera una muestra de desequilibrio mental.
“No,
no, yo no me quería casar nunca….Yo quería viajar, leer mucho,
pintar y no tener hijos...”
La
historia de Oculto sendero es la historia de una mujer que hizo todo
lo que no quería hacer. Se casa en un intento de liberarse de las
ataduras de su familia y en seguida comprende que tan solo ha
cambiado una jaula por otra. Las relaciones sexuales con su marido le
repugnan hasta la nausea y la maternidad y sus labores de esposa le
condenan a una esclavitud que no se resigna a tolerar pero de la que
no consigue escapar.
“Yo
pensaba, pensaba todas las horas del día y las que en la noche
estaba despierta….¿Esto sería siempre así? ¿Todos los
matrimonios eran eso? ¡Nunca se quejaba ninguna mujer! Al
contrario….En algunas novelas que yo había leído se exaltaba el
amor carnal, el dulce secreto de los esposos….Claro, que las
novelas las escribían los hombres...”
El
Verano de Maria Luisa Arroyo termina con la
desgarradora muerte de su hija que novela la muerte real del hijo
mayor de Elena Fortún y que en Oculto sendero sirve de punto
de inflexión que dará paso a la tercera parte- Otoño- tiempo en el
que la protagonista comienza a ver valorada su pintura y a frecuentar
amistades que le permiten asomarse a nuevas posibilidades artísticas
y amorosas. Vivirá, junto a diferentes mujeres, algunas de las
cuales parecen corresponderse con amigas o amantes de la escritora,
la pasión amorosa y también el desengaño. Pero, sobre todo,
hallará la oportunidad de viajar hacia un destino elegido por ella,
ese que Elena Fortún nunca alcanzó del todo y que, a juzgar por lo
plasmado en esta novela, anheló profundamente.
“He
trasladado al estudio mis libros y mi ropa y todo está colocado en
dos grandes maletas. ¿Dónde voy? ¿Al Brasil? ¿A Nueva York? El
pasaporte dice los dos nombres….Hasta última hora puedo escoger.”
En
Oculto sendero se retratan, por medio de diálogos muy vivos
de los que Elena Fortún era una maestra, todas las limitaciones de
la libertad de las mujeres impuestas desde su nacimiento sobre su
cuerpo, su desarrollo físico e intelectual, sus deseos, su
sexualidad, su subjetividad, su papel social, su futuro… Y al mismo
tiempo es un testimonio valiosísimo del “más difícil todavía”
que significaba ser lesbiana a principios del siglo XX cuando ni
siquiera la palabra existía en el vocabulario popular y la
homosexualidad femenina simplemente no era contemplada como una
realidad sino negada o relegada, si acaso, a una opción clandestina,
un sendero oculto que Elena Fortún transitó y necesitó contar.
Elena
Fortún fue el pseudónimo literario de la escritora española Maria
Encarnación Aragoneses (Madrid 1886- 1952), autora de publicaciones
infantiles y juveniles entre las que fue especialmente célebre la
saga de aventuras Celia, muy leída en los años 30 y 40. En
los años 90 el personaje de Celia recobró fama debido a la serie de
Televisión Española basada en los libros Celia, lo que dice
y Celia en el colegio y estrenada en 1993.
Hola 👋 siempre hago lo mejor que puedo pero mi mamá dice que no es suficiente hasta la fecha soy la hija mayor tengo 33 años y para estar bien con la familia materna tengo que estar en todos los eventos y hoy que le dije que no quería y se enojo me hace sentir mal
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