Hablemos de vaginas






Miriam Al Adib. Hablemos de vaginas (Oberon)

...los tabúes en lo referente a la sexualidad y los procesos femeninos han cambiado; diferentes, sí, pero vienen de la misma raíz: de falta de autoconocimiento mezclada con la construcción social de estereotipos donde, como siempre, se nos dice a las mujeres cómo tenemos que sentir, cómo tenemos que ser, cómo debemos comportarnos...”

¿Por qué habría que hablar de vaginas?

En nuestro mundo de hoy convivimos con una hipersexualización masiva de la imagen de las niñas y las mujeres en la publicidad y en los grandes medios, convivimos con pornografía violenta y misógina accesible para cualquiera desde internet al mismo tiempo que la educación afectivo-sexual en la escuela brilla por su ausencia o si acaso se limita a unas lecciones de anatomía reduccionista que pretenden pasar asépticamente de puntillas por asuntos radicalmente imprescindibles para la formación de personas jóvenes.

La ginecóloga Miriam Al Adib lleva años dedicando todo su empeño a hablar sobre lo que parece prohibido, a reducir la desinformación, a dinamitar tabúes, a divulgar conocimientos imprescindibles sobre la sexualidad femenina y a humanizar la práctica de la medicina, la ginecología en su caso, haciéndola confluir y retroalimentarse con otras disciplinas como la psicología, la filosofía, la antropología, la neurobiología o el arte.

Desde este enfoque feminista y humanista, que se agradece por inusual en la literatura de divulgación científica y médica, está pensado y escrito Hablemos de vaginas. Incluir la perspectiva de género, especialmente en un campo como la ginecología y en general en la práctica médica, incidirá en una atención más humanizada a las enfermedades de las mujeres, tanto en su diagnóstico como en su tratamiento, y por tanto reducirá el sufrimiento de éstas.

Miriam Al Adib escribe en un tono cercano en el que mezcla su visión profesional y sus experiencias personales utilizando abundantes ejemplos muy ilustrativos que nos hacen despertar otra forma de mirar y mirarnos. Insite en hablar desde un punto de vista global, holístico que arroja nueva luz sobre viejos asuntos como la maternidad, la culpa o la sexualidad y genera nuevos enfoques como el poder curativo de la comunicación y el autoconocimiento como antídoto contra el miedo y como garantía de salud.

Pero el modelo hipersexualizado de hoy no ha roto con la represión sexual de la mujer… pero lo que no hay es información más completa de lo que es la sexualidad humana, de la parte positiva de la sexualidad (afecto, placer, comunicación, vínculo, respeto…) y al final las mujeres caen en esa violencia invisible, la violencia simbólica, que las lleva a normalizar este rol pasivo y sumiso con sus parejas, y los jóvenes, bien nutridos de la cultura del porno, acaban creyendo que las mujeres son objetos cuyo papel es estar sometidas para complacerles a ellos.”

Hablemos de vaginas aborda en un lenguaje muy accesible pero sin perder rigor, el sesgo androcéntrico desde el que se ha desarrollado la medicina tradicionalmente y cómo éste ha llevado sistematicamente a sobrediagnosticar en unos casos, a infradiagnosticar en otros y muy a menudo a terminar en diagnósticos y tratamientos psiquiátricos para las mujeres. Procesos vitales como el duelo gestacional, la menopausia o la conexión neuronal madre-bebé han sido históricamente ignorados o despreciados como ajenos a la práctica médica y abandonados desde la asistencia sanitaria, deshumanizándola y, por tanto, deteriorándola.

La perspectiva biopsicosocial que esta autora nos ofrece, si bien debería extenderse a todos los campos de la medicina, y tal vez de todas las ciencias, adquiere en el terreno concreto de la ginecología y de la salud de las mujeres una importancia crucial.

El placer es una experiencia y no hay ningún mapa determinante igual para todas, es más, el mapa de una misma mujer puede ir cambiando con los años a medida que se abre a nueva experiencia, la cosa es abrir la mente, aparcar las vergüenzas limitantes, dejarse llevar por la sabiduría del cuerpo, ¡y a disfrutar!

Por eso hay que hablar de vaginas, porque al hablar romperemos con la ignorancia y el silencio históricamente impuestos. Poner en palabras el cuerpo que habitamos las niñas y las mujeres es poder comprender y compartir lo que nos pasa, el dolor, el miedo, la pérdida, pero también el placer, la fuerza y la alegría. Poner conocimiento y palabras al cuerpo que habitamos es dignificar nuestra vida, considerarla importante. Hablemos de vaginas, pues.





Miriam Al Adib Mendiri (Almendralejo, 1977) es una ginecóloga y obstetra extremeña. Es docente en formación para profesionales y divulgadora sobre salud femenina desde una perspectiva biopsicosocial y de género. Es autora de los libros Entender la endometriosis y Entender el síndrome de ovarios poliquísticos y de dos guías de buenas prácticas clínicas: Atención profesional a la pérdida y al duelo durante la maternidad y Estrategia de atención al parto normal en el Servicio Extremeño de Salud.





















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