Huir hacia una misma





Tara Westover. Una educación (Lumen)

Nuestra vida era un ciclo – el ciclo del día, el ciclo de las estaciones –, un círculo de cambio perpetuo que, una vez completado, significaba que nada había cambiado. Creía que mi familia formaba parte de ese modelo inmortal, que en cierto sentido éramos eternos. Pero la eternidad pertenecía solo a la montaña.”

Una niña de siete años vive en una granja de las montañas de Idaho con su familia. Su abuela le ofrece llevársela a Arizona para que pueda ir a la escuela. Tiene una noche para pensárselo. Sus padres no lo saben. La niña se mantiene toda la noche despierta. Intenta imaginar la escuela pero no lo consigue. Y no se va.

Con este primer intento de huida comienza Una educación, la insólita autobiografía de una mujer criada por padres mormones fundamentalistas que no llevan a sus hijas e hijos ni al colegio ni al médico y que ni siquiera los han inscrito en el registro civil.

Tara Westover nos ofrece en este libro la historia de su propia vida desde su infancia aislada del mundo y estrechamente unida al campo y las montañas hasta su doctorado por la Universidad de Cambridge.

Desde el episodio de su abuela, se repetirán infinidad de veces sus intentos de alejarse de una familia en la que impera la violencia y la paranoia. El padre, enfermizamente obsesionado con el advenimiento del fin de los tiempos, regenta una chatarrería industrial en la que trabajan los hermanos y en la que son habituales los accidentes, quemaduras y amputaciones por las condiciones temerarias a las que son obligados: alturas letales sin sujeción, materiales cortantes sin ninguna protección, piezas pesadas sin la maquinaria adecuada. La madre, partera y curandera experta en plantas medicinales, sigue a rajatabla los delirios y la doctrina moral de su marido incluso aunque estos pongan en peligro la vida de sus hijas e hijos.

De niña y de adolescente, Tara sufre violencia de sus padres en forma de control férreo de todos los aspectos de su conducta, en forma de falta absoluta de medidas de precaución para un trabajo extremadamente peligroso y en forma de negligencia educativa y sanitaria. Además, los pasos que ella va dando hacia su independencia –preparándose por libre para obtener el graduado escolar o saliendo con amigos del pueblo– suponen un recrudecimiento de los desprecios, humillaciones y agresiones físicas brutales a los que le somete uno de sus hermanos mientras sus padres miran para otro lado.

A pesar de que desde niña percibe su entorno como peligroso, sus dificultades para apartarse de él se prolongarán durante años y sólo se disiparán con ayuda de la lectura, del contacto con otros relatos, otras miradas. Su supervivencia pasará por alejarse de su familia y lo irá consiguiendo gracias al estudio y la palabra.

Si cedía, perdería algo más que una discusión. Perdería la custodia de mi pensamiento. Comprendí que ese era el precio que se me pedía que pagara. Lo que mi familia quería expulsar de mi no era el demonio; querían expulsarme a mí misma de mí.”

En su narración se capta una mezcla de honestidad y agradecimiento. Parece estar ajustando las cuentas con quienes la violentaron pero no con rencor o rabia sino con gratitud por el milagro de haber logrado escapar a tiempo. Y por eso su relato palpita con fuerza, porque es el resultado de una nueva vida.

La vida de Tara Westover, tal y como ella nos la trasmite, demuestra cómo a veces es posible salir hasta de la violencia más extrema aunque ésta se haya sufrido desde muy temprana edad o desde el nacimiento. Demuestra el poder de la educación, de los libros, de la palabra. Es un sorprendente ejemplo de superación la entereza de esta mujer, su clarividencia a pesar del grave daño recibido.

Se intuye a lo largo de la obra que ese impulso arrollador que necesitó pudo venirle de la naturaleza en la que se crió. Tal vez fueron la firmeza de la montaña, la fuerza imbatible del viento, de las tormentas, la certeza implacable de los ciclos y transformaciones naturales las que le permitieron romper con todo excepto consigo misma.



Tara Westover (Idaho, 1986) es historiadora, ensayista y escritora. Una educación es su primer libro y fue reconocido como uno de los libros más importantes del año por medios como The New York Times, BBC o Daily Express.

Comentarios

  1. Qué interesante debe de ser ésta autobiografía, me la apunto como tantas otras. Gracias, Julia, seguro que es un acierto como todo lo que recomiendas.

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  2. Libro del que se sale vapuleada. Cuando lo terminé, sentí admiración y alivio por esta mujer.
    Es un homenaje a la lealtad que nos debemos a nosotros mismos y también un homenaje al poder transformador de la educación. Gracias a ella, Tara, no solo accede a otros conocimientos, opiniones ideas 0 perspectivas, sino que cambia las relaciones tóxicas con su familia por determinación, combate constructivo y (re)construcción personal.
    A pesar de la violencia y el control que han ejercido sobre ella en su entorno familiar, en el libro no hay ni un ápice de rencor ni acritud, más bien una lucidez sorprendente que se manifiesta en ocasiones a través de la duda.
    Precioso y doloroso relato de emancipación.

    Teresa Muñoz

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  3. Gracias por tu comentario, Teresa! un abrazo

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