El coño es nuestro. Historia de lo innombrable
“Yo
lo llamo coño. Lo he reivindicado: “Coño”. Realmente me gusta.
“Coño”. Ce, Ce. Ce de caverna, de crepitar, de clítoris, de
cavidad, de caricia, de cuca, de calidez, de caliente, de cachonda,
de castaña, de caída, de cáliz, de cántaro, de carantoña, de
carcajada…”
Eve Ensler. Monólogos
de la vagina ( texto
adaptado)
Dice
Mithu Sanyal, citando a la investigadora Monica Gsell, que la
historia de nuestra vulva, personificada en Iambe o Baubo, la diosa
anatolia adoptada por la civilización griega, es la historia de un
olvido, de una no trasmisión, de una castración en sentido
lingüístico de desvinculación entre el signo y el significado.
La
vulva como origen y símbolo de la fuerza creadora de las mujeres,
como fuente de fertilidad, de placer y de alegría y como
ahuyentadora de males y desgracias, fue ocultada o tergiversada desde
los inicios de nuestra cultura occidental. Desde Aristóteles o
Galeno hasta Freud, Lacan y Jean Paul Sartre pasando por toda la
historia del cristianismo, los genitales femeninos son
conceptualizados como expresión de lo incompleto. La ausencia de
pene como característica definitoria de aquellos seres, las mujeres,
que no llegan a ser humanos del todo. El cristianismo arrebató a las
mujeres hasta su capacidad de crear vida para otorgársela al Dios
padre creador de todo. El pensamiento ilustrado representará a la
naturaleza como una joven que es estudiada y controlada por el
conocimiento científico encarnado en un varón. En el imaginario de
occidente la mujer es la emoción, la irracionalidad y el caos
mientras que el hombre es la razón, el orden y hasta la verdad.
En
tres libros recientes y en otro que se ha convertido en un clásico
y que sigue completamente vigente después de veinte años, cuatro
mujeres han buceado en la historia de nuestro coño, ese no-lugar al
que se le ha negado hasta lingüísticamente un término aceptable
con que nombrarlo.
En
su ensayo Vulva (Anagrama), cuajado de referencias
históricas, artísticas y bibliográficas, Mithu Sanyal indaga en
esa ocultación de la vulva históricamente arraigada en nuestra
cultura y nos ofrece un análisis de las múltiples expresiones
artísticas, literarias y religiosas que han mostrado y venerado los
órganos sexuales femeninos a pesar de todo.
“El
colonialismo era en sí mismo un proyecto de género: Occidente se
concebía a sí mismo masculino, lógico y activo al tiempo que
imaginaba Oriente pasivo, irracional o peligroso y engañoso; en
cualquier caso, como una mujer que debía ser conquistada y poseída.”
Naomi
Wolf desarrolla en Vagina (Kairós) un repaso por los
diferentes tratamientos médicos y científicos dados a los genitales
femeninos y por los estudios que revelan la bases neurológicas y
culturales de la sexualidad femenina y del placer. Concluye que la
vagina ha sido intensivamente medicalizada y traumatizada y a través
de ella lo han sido todas las mujeres.
“ Las
mujeres, ante el abuso verbal masculino relacionado con su vagina o
ante la amenaza implícita de violación que contiene ese abuso
verbal, reaccionan enérgicamente…..Con frecuencia se trata de
actos impersonales y tácticos: estrategias para que las mujeres
sientan una presión que tal vez no se capta de modo consciente...”
En
sus célebres Monólogos de la vagina (emecé), Eve
Ensler intercala el texto teatral de la obra con las respuestas de
cientos de mujeres a las que ha entrevistado durante años
preguntándoles sobre los mismos temas de los que tratan los
monólogos: su sexualidad, la menstruación, los partos, la violencia
sexual o la propia vagina.
“ Digo
vagina porque he leído las estadísticas y les están ocurriendo
cosas malas a las vaginas de las mujeres en todas partes: 500000
mujeres son violadas todos los años en los Estados Unidos; 100
millones de mujeres han sido mutiladas genitalmente en todo el mundo;
y la lista continúa y continúa.”
La
autora alemana Liv Strömquist nos lleva, en su divertidísimo cómic
El fruto prohibido (Reservoir Books), a un recorrido
hilarante por la consideración social, médico-científica y
estética de la vulva (“dejaos de vaginas”, dice), la sexualidad
femenina y la menstruación. Es un cómic que, sin dejar de citar
exhaustivamente sus fuentes documentales, rezuma ironía,
irreverencia y buen humor.
Una
cuestión repetida en estos cuatro libros es la de los términos
utilizados para nombrar nuestros genitales. Dos de las autoras
consideran vagina insuficiente porque deja sin nombre la vulva
que es el término que proponen. En cualquier caso, resulta que éste
no es un asunto menor. En la forma de nombrar hay siempre implícitos
y a veces explícitos prejuicios o acuerdos sobre aquello que se
nombra. No nombrar es, de hecho, ocultar o invisibilizar. Alrededor
de la idea de incompletud, de pecado y de suciedad atribuida a los
órganos genitales femeninos, se despliegan la gran mayoría de las
opresiones y violencias sufridas por las mujeres: todas las formas de
violencia sexual y simbólica, la pornografía, la prostitución y los vientres de alquiler; el
control sobre los embarazos y la medicalización abusiva de los
partos; el tabú de la menopausia y la percepción de la menstruación como vergonzante o
repugnante y fuente de desequilibrio mental; y la mutilación genital
femenina en todo el mundo, de la que existe una creciente versión
occidental en forma de cirugía estética para reducir los labios
menores. La forma más extrema de mutilación genital femenina
practicada hoy día es la infibulación u oclusión que consiste
literalmente en hacer desaparecer la vulva. Es, por tanto, una
castración no ya lingüística o simbólica sino física, radical y
aberrante.
La
palabra española “coño”, procedente del término indoeuropeo
“cunt” (lugar sagrado) y del latín “cunnis” es un precioso
nombre del que apropiarnos. Hagámoslo. Al fin y al cabo, y a pesar
de todos los intentos de negárnoslo, el coño es nuestro.
Mithu
Sanyal (Düsseldorf,
1971)
es
una historiadora cultural y
periodista
alemana de origen hindú especializada en cultura popular, estudios
poscoloniales y feminismo. Vulva
es
su primer libro.
Naomi
Wolf (San Francisco, 1962)es una escritora estadounidense autora de
El mito de la belleza y El final de América, carta a un
joven patriota.
Eve Ensler (Nueva York, 1953)es
una dramaturga, feminista y activista social estadounidense.
Liv Strömquist (Lund, 1978) es
una humorista, locutora y autora de cómics sueca.
Comentarios
Publicar un comentario