Amigas frente a la barbarie




Margarete Buber-Neumann. Milena (Tusquets)
“Una amistad íntima es siempre un regalo fabuloso. Pero si esta fortuna, además, tiene lugar en el descorazonador ambiente de un campo de concentración, puede convertirse en el único sentido de la existencia.”



Margarete Buber-Neumann permaneció presa en el campo de concentración nazi de Ravensbrück desde 1940 hasta 1945. Durante ese tiempo conoció a Milena Jesenská, que ingresó unos meses después de ella. La amistad entre las dos es el tema central de este libro y lo que, según Margarete, les permitió mantener la cordura y la esperanza.


En su relato, la autora intercala los recuerdos de esos años compartidos con Milena en Ravensbrück con datos biográficos de la infancia y juventud de la escritora checa y de su labor profesional y su activismo político hasta ser apresada. De la vida de su amiga, destaca la temprana muerte de la madre y su mala relación con su padre, Jan Jesensky, situaciones que fortalecerán su tendencia, ya desde niña, a ser independiente e intrépida. Dedica largos capítulos a plasmar lo que la propia Milena Jesenská le contó sobre cómo se fue labrando un prestigio creciente como periodista y escritora, sobre sus relaciones sentimentales (entre ellas la que mantuvo con Franz Kafka que fue muy breve y sobre todo epistolar), el nacimiento y primeros años de su hija y su compromiso con un activismo comunista primero y más tarde antinazi que le llevaría finalmente a Ravensbrück.


“Cuando los seres humanos ya no son dueños de sus propios destinos, los débiles huyen de la realidad. Algunas prisioneras vivían sólo de recuerdos del pasado(….) Cuando nos llegaban noticias de condenas a muerte, de operaciones quirúrgicas experimentales, de transportes de enfermos u otras crueldades, la perplejidad y la conmoción duraban poco tiempo, sólo unos minutos. Enseguida se oía de nuevo a las mujeres charlar o reír sobre nimiedades de la vida cotidiana del campo.”


Buber-Neumann describe a Milena como una amiga entusiasta y llena de vida incluso en el ambiente de represión, hambre, frío y trato degradante en el que convivieron. El trabajo incansable de Milena Jesenská en favor de las personas que sufren continuó dentro del campo de concentración en el que, desde la enfermería, falsificaba resultados de los análisis para evitar que se llevaran a presas enfermas para experimentos o para ser ejecutadas.


Irán en aumento los horrores cometidos por los agentes de las SS y la Gestapo en Ravensbrück y el riesgo de castigos atroces si quebrantaban algunas de las rígidas normas del campo. Margarete narra una de esas sanciones sufrida por ella por salir de su barracón fuera del horario permitido y que consistió en su aislamiento en una celda subterránea en oscuridad absoluta durante quince semanas ininterrumpidas (sin comida ni agua durante los primeros siete días de reclusión). Relata los desvaríos de su mente durante esa tortura y cómo Milena consigue que al salir del encierro la lleven a un barracón de enfermas pues si la consideraban psíquicamente perturbada, la matarían.


“Cuando se permanece largo tiempo en la oscuridad, toda la capacidad de captar sensaciones se concentra en el oído. El búnker era una construcción de hormigón de dos plantas con unas cien celdas distribuídas alrededor de un patio de luces. Su acústica era semejante a la de una piscina cubierta. (…) Los gritos de las que recibían palizas resonaban en toda la cárcel y no servía de nada taparse los oídos, porque se oían igual, se oían a través de la piel, se oían a través de todo el cuerpo, y los sonidos del dolor penetraban hasta el corazón.”

Margarete Buber-Neumann escribió Milena cumpliendo la promesa que le hizo a su amiga cuando ésta se encontraba a punto de morir y haciendo realidad así el sueño de ambas de escribir un libro sobre Ravensbrück cuando fueran liberadas. Estas memorias constituyen un testimonio valiosísimo sobre la vida en un campo de concentración pero sobre todo son un homenaje a Milena Jesenská y un canto a la amistad entre mujeres como poderoso antídoto ante la ignominia y como refugio único de dignidad en la barbarie.







Margarete Buber-Neumann (Postdam, 1901- Francfort, 1989) fue una destacada activista del Partido Comunista alemán durante los años de la república de Weimar. Trabajó para la Internacional comunista en Francia y después en España durante la Guerra Civil. Permaneció presa en un campo de trabajo en Siberia desde 1937 a 1939  tras la gran purga de Stalin por ser “esposa de un enemigo del pueblo” y más tarde fue entregada a la Gestapo y llevada al campo de concentración nazi de Ravensbrück donde permaneció hasta 1945. En 1948 publicó su libro Bajo dos dictadores: prisionera de Stalin y Hitler. En 1980 fue galardonada con la Gran Cruz del Mérito de la República Federal de Alemania













Comentarios

  1. Qué terrible pero qué maravillosa historia. Y qué bonito lo cuentas.

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